
«Crianza con padres separados: efectos y causas del aumento»
mayo 7, 2025«El fruto será bueno o malo, según lo que elijas»
Dios no obliga a nadie. Él propone. Él invita. Él dice: «Vengan ahora, y razonemos» (Isaías 1:18). Es como si te sentara en la mesa, frente a Él, y te dijera: «Vamos a pensar juntos, tú y Yo». Y ahí, te muestra 2 caminos. Uno es una vida digna, con paz, con dirección, con el Espíritu Santo guiando tu pasos. Es una vida de frutos buenos, fruto de decisiones inteligentes, de obedecer Su Palabra.
El otro camino es el de los que prefieren oír la voz del corazón, ese corazón que exige, se ilusiona, se desespera y, al final, engaña (Jeremías 17:9). El corazón no piensa, solo siente. Y ese camino lleva a lo que muchos ya conocen: dolor, fracaso, sufrimiento…. Dios no nos dio el espíritu (inteligencia) para sentir, sino para razonar y elegir lo correcto, aun cuando lo correcto cueste. Porque el fruto siempre llega, sea bueno o malo, según lo que se haya sembrado.
Quien siembra obediencia a la Palabra de Dios, cosecha paz, incluso en medio de las dificultades.
Pero, claro, la elección es tuya. Nadie puede decidir por ti. Ni siquiera Dios. Por eso, antes de seguir adelante, detente y piensa: ¿qué fruto quieres cosechar mañana? Porque tu vida dependerá de lo que elijas hoy.