Sus cuatro fuerzas
octubre 15, 2024El Impacto de la Evangelización Carcelaria en Panamá
octubre 23, 2024«Porque para Dios somos grato olor de Cristo…» 2 Corintios 2:15
Mientras está en el vidrio, el perfume puede ser visto. Después que se esparce en el cuerpo, usted no lo ve más; sin embargo, puede sentir su aroma. Los que son verdaderamente de Dios exhalan el perfume de Jesús. No apenas en la simpatía, no apenas en lo honrados que son, y sí en su carácter. El perfume de Jesús es exhalado en aquellos que son correctos, que cumplen con sus deberes, que llevan en serio el compromiso asumido con su palabra. Quien es de Dios tiene ese carácter, tiene ese perfume.
No sirve de nada llegar a la iglesia, levantar las manos, decir que ama a Dios, leer la biblia, si allá afuera no pagamos nuestros compromisos al día, no honramos nuestra palabra. ¿De qué sirve adorar a Dios si el carácter es errado? Cuando la persona es de Dios, ella es correcta en sus negocios, en su carácter y en su manera de ser. Cuando la persona es de Dios, ella tiene un perfume que muestra que ella es de Dios de hecho y de verdad: Su carácter.
Yo creo que Dios instituyó diezmos y ofrendas justamente para probar ese carácter. Los diezmos son los primeros frutos. Dios no necesita de dinero, Dios no necesita nada, Más cuando instituyó los diezmos y las ofrendas, Él lo hizo para que nos probemos a nosotros mismos. Para que le demostremos quién somos nosotros; si cargamos el sello de la fidelidad o el sello de infidelidad.
Pero, la fidelidad de los diezmos y de las ofrendas es parte fundamental de un carácter que está de acuerdo con el carácter de Dios. No trae resultados si es fruto de una mera costumbre religiosa o una formalidad vacía. Frecuentar la iglesia, dar ofrendas, más no honrar su compromiso con sus semejantes no vale de nada. Dios manda a amarlo a Él sobre todas las cosas y a su prójimo como a sí mismo. ¿Cómo puedo amar a mi prójimo si lo engaño?
Analice si su carácter está verdaderamente alineado con el carácter de Dios.